El fraude eléctrico: qué es y riesgos asociados
La conexión directa en la red eléctrica o la manipulación del contador supone un riesgo grave de seguridad y salud de las personas: riesgo de incendio y un mayor riesgo de electrocución o incluso la muerte tanto por la persona que está manipulando la instalación como por los terceros que viven en el edificio.
Además, esta acción de enganche ilegal está tipificado como delito de defraudación de energía en el artículo 255 del código penal.
Por estos motivos, es importante entender qué es el fraude eléctrico, como nos afecta, qué peligros comporta y qué son sus consecuencias.
Qué es un fraude eléctrico?
Un fraude eléctrico es la alteración ilícita de una instalación eléctrica, para evitar el coste económico asociado a la energía consumida.
Esta práctica afecta directamente a las facturas del resto de consumidores, dado que la energía defraudada no consta al sistema eléctrico, no colabora con el sostenimiento económico de las redes y ni del mismo sistema, y por tanto encarece el importe que, en concepto de cargos y peajes, pagamos el resto de consumidores.
Existen dos tipos de fraudes eléctricos:
- Conexión directa en la red exterior o a la instalación de otro consumidor
- Manipulación del contador u otras parte del equipo de medida por personas ajenas a la empresa distribuidora, que son los únicos autorizados para manipular el contador. En este sentido, cualquier manipulación o el hecho de retirar el precinto podrá considerarse una actuación ilegal.